martes, 7 de septiembre de 2010

SERPIENTES


Las serpientes son reptiles con cuerpo largo y cubierto de escamas. Sus ojos no se mueven y no tienen párpados. Pueden proyectar su lengua gracias a la fuerza de su mandíbula.
Los huesos de su mandíbula están unidos por ligamentos elásticos, lo que permite que puedan abrir de forma desproporcionada su boca.
Existe un hueso llamado “cuadrado” que une el cráneo con cu mandíbula inferior. Este hueso es largo y movible y permite que ambas partes se puedan separar.
Tiene un esqueleto muy sencillo ya que está compuesto por la cabeza (ósea), la columna vertebral y las costillas, que se sostienen gracias a las vértebras. Las serpientes son animales ofidios, no tienen patas. Para desplazarse emplean movimientos en forma de onda, aunque también los pueden hacer de forma recta.
Las serpientes se tragan a su presa por completo, sin partirla ni masticarla.
Empiezan siempre por la cabeza de su presa, y poco a poco va bajando por su tubo digestivo.
Si se trata de una presa de gran tamaño, la mandíbula inferior se separa del cráneo, gracias al hueso “cuadrado” que antes hemos mencionado, ampliando así la capacidad de su boca.
Las serpientes pueden ser venenosas o no. De forma común, se daba el nombre de ofidismo a la intoxicación que se producía debido al veneno de las víboras.
Como reptiles que son, son animales de sangre fría o también llamados poiquilotermos. Esto significa que dependen del medio exterior para poder regual la temperatura de su cuerpo.
Si nos adentramos en una clasificación más técnica, diremos que las serpientes son animales ectotermos porque su temperatura depende de la del medio, y heterotermos ya que esta temperatura puede variar dependiendo de la temperatura ambiente.

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